Un buen día

Hoy ha sido (o está siendo) uno de esos días que uno desearía no haberse levantado de la cama (y mira que me lo planteé esta mañana... como una premonición):

• Sigo con un catarro de esos lo suficientemente jodido como para sentirse mal, pero lo suficientemente leve como para no interrumpir el ritmo diario.
• El coche no arrancaba esta mañana...
• ... y cuando por fin arrancó el coche, se iluminó una luz con el dibujo de una llave inglesa que daba el suficiente canguelo como para no atreverse a salir con el coche por ahí...
• ... así que a la universidad andando... y llegué tarde...
• ... y para subir, también el caminito de San Fernando.
• Estoy en casa menos de 20 minutos y de nuevo para la universidad... andando, por supuesto...
• De camino a la universidad, aprovechando que ayer me dieron la tarjeta de crédito nueva, me paro a recargar el móvil en un cajero... el cajero se traga mi tarjeta... la cancelo, debe ser la tarjeta de crédito con menos intervalo de vida...
• De camino a la universidad, me doy cuenta de que realmente no tengo saldo y necesito recargar el móvil, intento recargarlo en otro cajero de Caja Granada (con otra tarjeta) y, al final de la operación, me da el mismo fallo que el cajero anterior... al menos este cajero no se ha tragado la tarjeta...
• Llego a la universidad... tarde de nuevo... no merece la pena entrar en clase... ¡y la siguiente hora se ha cancelado!
• Jill tiene reunión a las 8, sólo la voy a poder ver 30 minutos, que es el tiempo que vamos a tardar en ir desde la universidad hasta su piso.
  

¿Quién me mandaría levantarme esta mañana? Esperemos que mañana mejore el día... de momento promete: una única clase a las 9:30, comienzo prácticas de empresa en el departamento de informática de la universidad (o eso creo) y concierto de Ismael Serrano a las 8... no pinta mal la cosa...